viernes, 4 de noviembre de 2011

La respuesta, es clara.

Cuando yo era pequeña, recuerdo la insistencia de mi madre en que me fijase en los pequeños detalles. Decía que los detalles más insignificantes son los que nos hacen felices, y que en esta vida lo más importante es ser feliz.
Por eso, cuando me hicieron la típica pregunta "¿Qué quieres ser de mayor?", yo respondí según lo que me había dicho mi madre "Yo quiero ser feliz" ellos se quedaron sorprendidos y me dijeron "Creo que no has entido la pregunta". Claramente la había entendido, lo que ellos no habían entendido, era la vida.

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