lunes, 3 de febrero de 2014

Wrong generation.

El tocadiscos sonaba de fondo. La aguja se deslizaba sobre el LP de Elvis tan suavemente como sus dedos sobrevolaban sobre las teclas. Era un momento simplemente sublime. El olor a café recién hecho todavía permanecía en el ambiente acompañado del humo de un cigarrillo que se consumía con el lento paso del tiempo. Posters en blanco y negro empapelaban las paredes de la acogedora habitación iluminados por una tenue luz. Todo transcurría de una manera tan perfecta y simple que resultaba complicado de explicar.
El segundero se detuvo y ella lo hizo con él. Levantó las manos de la delicada máquina de escribir y deleitó sus oídos con el  suave sonido del rey, "Are you Lonesome Tonight?" ¿y si lo estaba? Puede que de verdad se sintiera sola esa noche pero le daba igual. Era feliz, estaba completa. Le dio un último calo a lo poco que quedaba del cigarro y lo dejó marcado por su peculiar pintalabios rojo que tanto la definía.
Volvió a colocar las manos sobre la máquina y sintió la conexión. Ese tipo de conexión que siente un fotógrafo con su cámara o una gimnasta con el tapiz pero en este caso ella no escribía por profesión ni por el hecho de que destacara en tal actividad sino porque era la única manera que sabía de poderse expresar.