domingo, 8 de abril de 2012

There is a world that you don´t know yet.

Y aflojas. De repente te paras miras a tu alrededor y dejas de pensar solamente en ti. Contemplas. Y te das cuenta de lo que ocurre. Ves esa pareja, al otro lado de la calle, dándose un beso de despedida antes de que ella, suba en el bus. En la misma acera en la que tu andas, ves un banco ocupado por una sola persona, de anciana edad, a la cual llevas viendo todos los días desde hace varios años, alguién que quizás espere algo que nunca llegará. Un joven sentado en un bordillo, con la cabeza entre las piernas y cogiendo su pelo con las manos, quizás cuestionandose qué es lo que espera de la vida. Unos niños ajenos a cualquier problema que no sea tener el suficiente dinero como para poder comprarse unas chuches, correteando por la calle entre toda esa multitud. Porque cuando paras y dejas de vivir solo para ti te das cuenta de que quizás muchas personas te necesitan. Y cuando estas completante quieto, echas un vistazo y ves a esa madre sonriendo llevando a su hija de la mano, ese niño que se ha caido pero que su padre ha ayudado a levantarse, ese amigo que pone una mano en el hombro de su compañero mientras este llora desconsoladamente, un matrimonio de abuelitos cogidos de la mano, sonriendo. Un mundo que espera ahí fuera, a que tú, aflojes, pares, pienses y mires.

No hay comentarios:

Publicar un comentario