domingo, 12 de agosto de 2012

Airplanes in the night sky are like shooting stars.

Apoyo lentamente las maletas en el suelo y suspiro profundamente. Veo pasar marabuntas de gente que vienen y van completamente ajetreadas, y entre todos ellos, ahí estoy yo, sola en medio de un enorme aeropuerto. Levanto la vista y contemplo el enorme cristal que da a las pistas de aterrizaje. Ahí esta, enorme e imponente, el gran avión transatlántico en el que estare montada en a penas unos minutos. Oigo por megafonia el aviso de que han abierto las puertas de embarque, pero aún así permanezco de pie, callad e insegura en medio de esa enorme sala. Un nudo se apodera de mi garganta y empiezo a sentir una mezcla entre miedo y nostalgia que consiguen que se agarroten todos mis musculos. Pero ya, basta, de una forma u otra hay que continuar. Dejarlo todo atras y no tener miedo a vivir nada nuevo, sino todo lo contrario, tener ganas de arriesgar. Trago fuerte y deshago el nudo que hace poco estaba en mi garganta, cojo las maletas y decicida me dirijo al control de seguridad. Está claro que las grandes oportunidades solo ocurren una vez en la vida y no hay que dejarlas pasar, mucho menos si pueden dar un gran giro a tu vida.

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