martes, 3 de enero de 2012

Y tu te sigues preguntando si tal vez, acabará algún día esta tortura.

Y ahora ahí estas escondiendo la cabeza en las rodillas,llorando en la acera de la calle mientras llueve. Confías que llegará el día en el que esas nubes que son las responsables de que llueva desaparezcan. Mientras escuchas como las pisadas de los peatones chapotean en la acera, tu piensas que ya no hay vuelta atrás.Que todo lo hecho, hecho está y que no hay nada que pueda remediarlo. El daño ya está hecho. Tratas de borrar el pasado. Todos han pasado página, todos lo han olvidado, menos tú. Lo sigues sintiendo, te sientes sola en la oscuridad. Mientras todos sonríen, tú sigues tratando que las lágrimas cesen. Pero es entonces cuando alguien pone la mano en tu hombro, levantas la cabeza y te frotas los ojos con las mangas de tu sudadera empapada por la lluvia. Te giras y los ves a todos, a todos y cada uno de ellos a los que una vez fallaste.Personas a las que sin querer hiciste sufrir, las cuales te perdonaron, pero tu nunca te supiste perdonar a ti misma. Todos sonríen, pero tú no sabes lo que pasa y te encuentras ciertamente desconcertada. Hasta que uno toma la palabra.
-No te preocupes por nada, porque nunca has estado ni estarás sola, porque siempre tendrás un hombro en el que llorar.
Sonríes, te sientes rara, hacía tiempo que no sonreías de esa manera. Por fin has abierto los ojos. Ellos siempre han estado ahí, siempre han sido tus amigos, los que han sabido perdonar y olvidar. Los que siempre te han querido.

1 comentario:

  1. me gusta! asi que ya tienes una nueva seguidora
    pasate por mi blog, te gustara si te gustan las historias reales y enredadas :) un beso
    http://sindromedelacrudarealidad.blogspot.com/

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