martes, 3 de enero de 2012

When I think of you I don't feel so alone.

Que tonto que eres. Pero eres mi tonto. Eres el que me deja su abrigo cuando tengo frío y me abraza para entrar mas rápido en calor. Eres el que sabe como chincharme y luego callar todas mis palabras con un beso. Eres el que me apoya en todo. El que sabe mis fuertes y mis debilidades. 
Recuerdo cuando te conocí. Nunca llegue a pensar que me enamoraría de ti. Estaba en esa fase en la que pensaba que todos los chicos era unos inútiles a los cuales no les importaban los sentimientos de las chicas. Pero entonces llegaste tú. Así sin pensarlo entraste en mi vida y conquistaste mi corazón como nadie ha conseguido hacerlo jamás. Conseguiste hacerme la persona más feliz del mundo. 
Por elegir un momento, elegiría ese día, en el que estábamos en mi cuarto, prácticamente  a oscuras iluminados por la tenue luz de mis guirnaldas rojas y blancas. Yo estaba tumbada con la cabeza apoyada en tus rodillas mientras tú tocabas con la guitarra nuestra canción. De repente paraste de tocar la guitarra.
-Tengo algo muy serio que decirte.- Esas fueron tus palabras, yo me asusté. Pensé en algo malo, creía que esto se iba a acabar. Había un silencio muy incómodo.
-¿Qué pasa?- Dije con la voz entrecortada. 
- Nunca, pero  nunca he sentido esto por nadie. Eres la persona con la que podría pasar toda una vida, porque no me canso ni de tus besos, ni de tus abrazos- Mi rostro cambió de repente, y esa cara de preocupación se convirtió en un brillante sonrisa, y continuaste hablando- Cuando estoy contigo siento que los problemas para mí no existen, y que cuando me miras el mundo se detiene. Porque me has robado el corazón y eres la causante de que día a día sonría nada más verte. Eres capaz de iluminar un callejón sin salida. Eres tú y solamente tú y quiero decirte que te quiero más que a nada en este mundo.
Abrí la boca para contestar, pero en ese momento acercaste tu dedo y lo pusiste sobre mis labios.
-Sssh, no digas nada- Y me besaste. 
Me robaste todas las palabras con un beso, como haces siempre, y me encanta. Me encantas.
Te separaste un poco.
-No te quiero perder- Lo dijiste muy serio, entonces sonreí.
-Nunca me vas a perder tonto.- Y sonreíste tu también. En ese momento fui yo la que te calló con un beso, algo que no se me olvidará en la vida.

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